martes, 8 de febrero de 2011

La imparcialidad de los sentidos en Marte

Hoy hemos asistido con estupor a la anulación del juicio contra Arnaldo Otegui por según dice la sentencia "falta de imparcialidad" de la magistrada Ángela Murillo.

Pues lo primero que se me viene a la cabeza es pensar que "manda huevos".
Verán, después de haber servido en la Armada Española durante 8 años, no hago otra que no sea preguntarme cómo una mujer que trabaja para servir a España de forma vocacional, (para sacar esa oposición hay que tener algo más que fuerza de voluntad) puede llegar a ser imparcial.

De hecho, creo que, para hacerle un juicio imparcial a este asesino y sus secuazes habría que juzgarles en otro país, o planeta.. Lo malo de esta teoría es que cuando otro magistrado/a (saludos a la exministra Aído) supiera de los asesinatos llevados a cabo por estos energúmenos, a ver quien es el guapo que se declara imparcial.

No soy capaz de olvidarme de aquellos guardias civiles, cocineros, maestros que fueron ejecutados sin que nunca haya habido una razón para ello, pero a sus viudas y sus huérfanos si que se que les sobran los motivos para crucificarlos en el mejor de los casos.
Pero claro, estamos en un país democrático y esas cosas no se pueden hacer, es lo que tiene, pero ¿porque no los mandamos a Marte ahora que han encontrado agua?, a ver si allí se ahogan de una puñetera vez, los marcianos sabrán ser imparciales.

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